sábado, 10 de abril de 2010

Esto no es un derbi

Si nos atenemos a la acepción del DRAE un derbi es, en su segunda acepción un encuentro, generalmente futbolístico, entre dos equipos cuyos seguidores mantienen permanente rivalidad. Por eso digo que no hay un derbi. Por que no hay rivalidad con el Málaga. Ellos con nosotros sí, pero no nosotros con ellos. No son de nuestra liga ni nunca lo han sido. Otra cosa es que cada vez que juegan contra nosotros parezca que juegan contra el Barcelona o el Madrid. Algo tendrá el agua cuando la bendicen...
En aspectos puramente deportivos está abierta la veda en busca de un lateral derecho. Gracias una vez más a la prensa sevillana machacante hasta límites insospechados para mostrar los fallos y debilidades de un equipo de la ciudad. A la baja sine die de Konko se suma la de Sergio Sánchez (es más probable a este ritmo que vuelva a debutar el catalán que el francés) y la sanción de Adriano. O Cala o Fernando Navarro a pierna cambiada. Problemas habemus. La buena noticia es que Navas se ha recuperado de su lesión y todo indica a que las bandas serán de nuevo propiedad de la cantera sevillista con el palaciego y Capel.
En otro orden de la actualidad cabe destacar el apaleamiento del cadaver de Jiménez en una imagen que recuerda al linchamiento popular contra Mussolini.Hay que tener en cuenta que el Sevilla no había destituido a ningún entrenador en once años y quizás estos comentarios hagan sacar pecho a los antijiménez. Pero esto no es nada nuevo. A rey muerto, rey puesto. Todo lo anterior es horrible y ahora todo es la panacea, el maná. Antes Jiménez obligaba a los jugadores a correr en los entrenamientos a base de chasquidos de látigo y ahora Álvarez les hace estar en una película de Disney. Jiménez es, hoy por hoy, el anticristo y Álvarez el nuevo Mesías....
Ni era tan malo Jiménez a pesar que lo echaron a solo dos puntos de la Champions, eliminados en octavos de la máxima competición europea (tres veces en 105 años de historia y dos veces con el mismo entrenador) y en la Final de la Copa del Rey (¿cuántas finales de copa recuerda usted?), ni Álvarez, por el momento, es tan bueno. Hemos perdido dolorosamente contra el Villareal y le hemos ganado a un Tenerife al que, por contrato, le birlamos a uno de sus mejores jugadores. El tiempo pone a cada uno en su sitio. 
Poniéndome bíblico, demos gracias a Jiménez por los servicios prestados y deseemos buena suerte a Álvarez por que será él el que nos guíe a partir de ahora.

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