miércoles, 14 de abril de 2010

A lo mejor el malo no era Jiménez

A lo mejor es que no damos para más. Y es que tiene toda la pinta de un ciclo que se está agotando. Por suerte la temporada también se está agotando y es un momento perfecto para hacer borrón y cuenta nueva. Es el momento de soltar lastre (Romaric, Konko, De Mul?, Duscher...), de darle una nueva oportunidad a ciertos jugadores (Negredo no puede ser tan malo, Acosta no tiene mala pinta...) y de ir sustituyendo a una vieja guardia que hace subir la edad media de la plantilla de forma aterradora. De ir vendiendo a Luis Fabiano si hace buen mundial y de ir pensando en traer a un medio centro organizador. Dos mejor que uno, ya que si se lesionara tendríamos que poner de nuevo lo que tenemos en la actualidad. En definitiva, una revolución. Si este club quiere ser grande tiene que volver a hacer las cosas bien.

La final de la Copa del Rey es un gol por toda la escuadra que nos han metido. Con la excusa de mayor aforo nos clavan quinientos kilómetros más entre pecho y espalda. Otra chapuza más de Villar y compañía. Esperemos que un día, Herrera quiera hacerse cargo de la española y dejar la andaluza.

Uno se plantea la posibilidad de ir o no ir a Barcelona. Por un lado están los contras del dinero, la falta de previsión para hacer una reserva y la subida de precios de los billetes de avión para esas fechas. El Sevilla ya comentó en su día que no volvería a organizar los vuelos para los aficionados tras el caos de Eindhoven. Una opción que se escapa. Por otro lado están los pros de volver a jugar una final, de ganarle al Atlético y de vaya usted a saber cuándo volvemos a jugar una. Por ahora ganan los contras. Como dicen los representantes y presidentes, si llega una buena oferta la escucharemos

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