Por tercera vez en cinco años el Sevilla F.C. se mete en las semifinales de la Copa del Rey. El Sevilla de Manolo Jiménez. A lo mejor no es tan malo como nos hace creer a veces. Y que conste que lo dice un "jimenista" de pro al que a veces le ciega la ira y quiere ver más allá de los resultados. Que eso es lo que manda. Nadie se acuerda cómo se jugó en tal o cual partido si no cual fue el resultado final. Que si se juega bien y se gana miel sobre hojuelas, pero eso es otro cantar. Aquí lo que interesa es meterle tres hoy al Getafe aunque sea con el culo, de penalty injusto en el último minuto o en propia puerta. Hoy tiene que quedar encauzada la eliminatoria. El partido de liga no cuenta. El Sevilla va recuperando efectivos que tiene que demostrar que forman parte de la primera plantilla de la liga (humana). Las diferencias se tienen que plasmar en el campo y Jiménez tiene que hacerlo efectivo. El camino hacia la gran final se ha vuelto expedito y puede ser un puñetazo en la mesa para aquellos que esperan cualquier tropezón para lanzarse al cuello como jauría cualquiera de lobos.
Manolo Jiménez pondrá una alineación de gala para asegurar el pase. No quiere ningún tipo de relajación como la que le hizo perder el partido de liga. La lección ha tenido que ser aprendida ya y no se puede fallar. La afición va a responder a pesar de lo intempestivo de la hora. Alguien tendría que empezar a plantearse que las 22:00 de un miércoles de invierno no es prime time. No se puede castigar a las aficiones de esa forma.
miércoles, 3 de febrero de 2010
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