domingo, 17 de abril de 2011

Suicidio en Getafe

Lo de ayer por la tarde no puede tener otro nombre más que suicidio. Jugar contra un Getafe que llevaba cinco derrotas consecutivas con una defensa de cinco hombres y un trivote es demencial. Sacrificar las bandas es algo a todas luces ilógico. El Getafe ganó por que el Sevilla se lo permitió. Más bien Manzano y su testarudez en no querer ver lo que todo el mundo ve. El trivote no funciona. Una defensa de cuatro hombres, con Medel y Rakitic en el centro y por las bandas Capel (¿tan malo es Capel?) y Luis Alberto (¿por qué no, Manzano?) y el Sevilla hubiera jugado como sabe, con velocidad, con un Negredo batallador y no perdido como una isla en medio de la nada, con Rodri de enlace y no corriendo detrás de la pelota como pollo sin cabeza. Pero no. Manzano en uno de esos ataques de entrenador que tienen los condenados decide que la mejor táctica es colocar el autobús en la portería para que el Getafe United (o Bayern de Getafe o el que quiera usted) no marcara. ¿En serio, Manzano? Jugándonos la posibilidad, remota pero matemáticamente posible, de jugar la Champions, ¿te preocupa que el Getafe te marque? ¿Qué pasa? ¿Acaso tenemos que dosificar la plantilla a estas alturas de liga? Yo desde luego no lo entiendo. Como tampoco lo entiende el resto del sevillismo. Pero ojo, que nosotros no tenemos título de entrenador ni estamos en el banquillo. El que sabe de esto es Don Gregorio. Al menos se supone.
Entre usted y yo, para mí que Manzano está ya pensando en eso de para dos días que me quedan en el convento...

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