El Mallorca viene siendo lo que se conoce como equipo incómodo. Ese equipo que sabes que es inferior, al que crees que vas a ganar si bien no con comodidad sí con solvencia, pero que por razones extrañas del destino, te termina jodiendo como un grano dentro de la nariz. No te va a matar, pero no veas como molesta. El Sevilla viene de ganar en el campo de Osasuna, donde no ganaba desde casi la Expo92. Jugando mal, o al menos regular, pero matando con los asesinos que pululan el área rival. Contra Mallorca debería ser igual, por muy prometedor que sea el comienzo de liga insular. También el Bilbao está colíder y nadie piensa que en la jornada 35 esté entre los diez primeros. Los objetivos se consiguen ganando a los equipos inferiores que hay más que superiores. Por encima del nivel del Sevilla hay muy pocos equipos en la liga. Tres o cuatro a lo sumo. Por debajo de quince a diecisiete. El baremo de puntos a conseguir contra estos equipos debe ser el máximo posible para conseguir los objetivos. Por ahora se está cumpliendo. Esperemos que mañana siga así.
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