Es lo que le hizo falta ayer al Sevilla para ser primeros de su grupo (bicoca de grupo por otra parte) y ganarle a un Rangers que tiene más nombre que juego. Pudo el Sevilla ponerse por delante hasta en tres ocasiones antes que Fernando Navarro, colosal ayer, sin duda el mejor del partido, forzara un penalti de libro. Kanouté, el hombre a cámara lenta, humilló al portero antes que su bota golpeara el balón. Minuto ocho de partido y se acabó lo que se daba. Los locales controlaban el partido con ese trote cochinero que impone Romaric y el Rangers se achicaba en su portería perdiendo tiempo para que la derrota no fuera mayor. Vergüenza deberían sentir los jugadores viendo como más de dos mil seguidores se habían desplazado para animar a un equipo de hermanitas de la caridad. Triste lo del Rangers. Un solo tiro con intención en el minuto ochenta de partido es poco bagaje para un equipo de Champions. Por cierto, que el Sevilla tiró más de veinte veces a puerta y metió de penalti. Quizás debería mirarse esto.
Pero analicemos el juego local jugador a jugador:
- Palop estuvo a punto de no tener ni que ducharse ayer. Dos salidas en saques de esquina y achicó portería en el tiro de Novo. Ni bien ni mal, estuvo por que hay que salir con un portero, por que el Rangers se confabuló para que no tuviera sustos ayer.
- Konko cada día va separándose del de año pasado. Seguro atrás le falta continuar por la banda un poco más y encarar a los contrarios. El de ayer quizás era el partido propicio para ello.
- Drago se ha convertido de nuevo en un referente en defensa. Seguro, sobrio y expeditivo.
- El debut de Cala fue una de las notas positivas de ayer. Se adelantó siempre a los delanteros escoceses y estuvo bien apoyado por Drago. No se complicó la vida y a punto estuvo de meter un gol.
- Navarro fue, en mi opinión, el mejor del partido. Quizás fue el único que vio la debilidad del equipo contrario. Disparó a puerta, encaró a los rivales y forzó el penalti. De internacional.
- A Romaric o le sobran diez kilos o le prestaron la equipación de Onésimo ayer. Se empeña en conducir la pelota y conducirla y conducirla retrasando inexorablemente el ritmo de su equipo, acostumbrado a jugar como un rayo por las bandas. La parsimonia se adueña del partido y ahí el Sevilla es débil. Este equipo está hecho para correr no para ser estático.
- Navas es un jugador que si los partidos duraran tres horas y media podría jugar la prórroga perfectamente. No encaró tanto como otras veces pero es que la velocidad de la medular le lastra y mucho.
- Capel intentó siempre el regate y centro. El partido de ayer le vino bien para coger un poco de confianza después de perder el puesto ante Perotti. Le sigue matando el no levantar la cabeza un poco.
- Zokora es otro como Navas. Dale minutos que aguanta. El problema que tiene Zokora es que es un magnífico recuperador pero un mediocre pasador. Con su agresividad y velocidad recupera el balón pero en su pase al organizador, Romaric en este caso, se acaba la posibilidad de contragolpe. A punto estuvo de meter su primer gol.
- Renato se pierde mucho en el papel de enganche. Ni es segundo delantero, ni media punta, ni organizador. Da serenidad con la pelota en los pies, pero jugando de espaldas no es precisamente Polster.
- Kanouté estuvo, sencillamente, genial. Este jugador es para clonarlo y que no se retire en la vida. El penalty es de mofa y escarnio para el portero rival.
- Para los suplentes un pequeño párrafo. Koné lo intentó ayer y a punto estuvo de marcar cosa que Negredo no. A Negredo, en partidos como el de ayer, el no meter un gol es un auténtico quebradero de cabeza. Algún día explotará, pero mientras tanto no le mete uno al arco iris. Duscher cumplió. Con su salida el Sevilla jugó más rápido que con Romaric, pero eso no es muy difícil.
Hagan sus apuestas.
2 comentarios:
Con lo de Drago no estoy de acuerdo, señor cronista futbolero con cerveza en la mano. Había olvidao yo que tú tenías este blog, mira por dónde.
Drago es el maradona de los Balcanes, aficionado de cubata en mano
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